El curtido al vegetal es un proceso de producción artesanal de las pieles que los expertos curtidores han transmitido de generación en generación desde la Edad Media.Esta preciosa tradición artesanal de los maestros curtidores toscanos es hoy una unión entre recetas antiguas y tecnología avanzada.
La piel es un producto natural que se trabaja utilizando una serie de técnicas conocidas como «curtido».
Los taninos son sustancias orgánicas extraídas de las plantas que se utilizan a distintos niveles de concentración. Cada tanino cuenta con propiedades específicas que hacen que cada piel producida sea «única».
Una de las propiedades especiales de la piel producida por la curtiduría MPG radica en la elección del tanino utilizado. En la más pura tradición del curtido al vegetal, se emplean principalmente la mimosa, el quebracho y la corteza de castaño. El desarrollo sostenible está en el corazón del «ciclo de producción» de MPG.
Gracias a la simbiosis entre equipos tradicionales e instrumentos modernos, la curtiduría MPG consigue cumplir las normas medioambientales europeas.
Las pieles curtidas al vegetal expresan el arte, el conocimiento, la pericia y la destreza que los artesanos transmiten de generación en generación. Su elaboración se lleva a cabo en barriles de madera, y se secan al aire.
Es un proceso basado en el «lento paso del tiempo» y en el «correcto secado de las pieles».Gracias a la unión de estos elementos, las pieles mudan continuamente, absorbiendo las huellas del tiempo, envejeciendo… pero no se estropean.
La piel curtida al vegetal presenta colores naturales, con tonalidades cálidas que tienden a madurar en la superficie con el uso.
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